martes, 28 de agosto de 2012

Pendoneos que se quedan en nada

La verdad es que quizá teníamos puestas demasiadas expectativas en la noche del sábado. El plan era ir al bar de Marina dónde nos encontramos al amor de mi vida, y de allí improvisar. Esta vez para "festejar" el cumpleaños de una amiga. Pues nada, cogimos el tren, bajamos en Arc de Triomf, andamos hasta allí y entramos en el bar. Nos sentamos, tomamos algo, hablamos, estuvimos hasta cerca de las 3, nos fuimos, no sabíamos qué hacer, nos sentamos en el suelo durante una hora para planear algo, decidimos ir a Plaza Catalunya y esperamos que viniera el tren. 
Dicho así, ¿veis cómo no tiene emoción? Pero es que no pasó nada más. Y claro, evidentemente me lo pasé bien, porque estuve todo el rato con mis amigas riendo y cotilleando, pero el listón estaba muy alto, y me esperaba pasármelo igual de bien que la otra vez. Sin enamorarme de nadie, claro está, yo le soy fiel a mi Suizo.
Y bueno, eso que no pasó nada más... tampoco es del todo cierto. Hay algunas anécdotas que vale la pena contar. 
En el bar, por ejemplo, uno de los amigos de mi amiga (la que celebraba su cumpleaños) la invitó a un chupito de... Peta-zetas con tabasco. Sí, eso es. La cuestión es que de Peta-zetas poco y de tabasco mucho. Bleurgh qué asquín. Claro, todos nos reímos de ella. 
Dónde no fui porque soy pobretona
Después, cuando salimos, mientras algunos de nosotros ya estaban sentados en el suelo debatiendo qué hacer o qué no hacer, se ve que se les acercó un guiri preguntando si alguien hablaba francés. Y mi amiga cumpleañera me delató le dijo que yo. Así que se acercó a mí (yo hasta entonces ni lo había oído, estaba distraída hablando con los otros) y me preguntó en inglés que si hablaba francés. Mi radar lingüístico me puso alerta enseguida. El buen hombre que iba borracho cual cosaco me pidió que le acompañara a Razzmatazz porque no podía entrar (supusimos que lo habían echado) y decía que si yo iba con él le dejarían entrar. Le respondí que yo no había ido a Razzmatazz esa noche, que si iba me harían pagar, y que, evidentemente, no estaba dispuesta a hacerlo. Me dio las gracias y se fue.
Finalmente, cuando volvíamos en el tren, entró en el vagón dónde estábamos un compañero de mi facultad. Iba un poco MUY bebido. Cantaba Nicki Minaj. Y se reía todo el rato. Ya le dije en ese momento que me aprovecharía de ese momento de debilidad para hacerle chantaje más adelante o ridiculizarlo en público. Aunque me hizo mucha gracia verle c:

1 comentario:

  1. buenooo cuando me dijiste que habías colgado pero yo no había leído me imaginaba 30 posts no 1!! xDD pero bueno para que no digas que no cumplo *comobuenapatriciaquesoy* te comento. Soy muy fan del gif de whatever xDD y supongo que no tengo mucho más que añadir... un resumen más que justo de la noche ah! solo como anécdota random añadiría el "wifi fuera de horario" que fue bastante troleante también... uff en serio a ver si a la próxima tenemos más suerte uu' tiene que ser el karma, en una salida encontramos suizos buenorros, en la siguiente nos sentamos en el suelo... ahora ya solo toca encontrarse coreanos!!! xDDD (soñaresgratis)

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